En japonés, chowa se traduce simplemente como "armonía". El
significado literal de sus caracteres es "la búsqueda del
equilibrio". El chowa nos ofrece
maneras de resolver nuestros problemas, centradas no tanto en la meta como en
encontrar el equilibrio entre las distintas fuerzas contrarias que nos empujan
a lo largo de nuestras vidas, ya sea en el ámbito familiar, educativo, laboral
o personal.
Porque
el chowa no es una misteriosa
"cualidad" japonesa, sino una filosofía, un conjunto de prácticas que
moldean como pensamos en nosotros mismos y en los demás. Es una forma de pensar
en el mundo que se puede enseñar y, por supuesto aprender. La sabiduría del chowa también nos enseña maneras practicas de afrontar esos
pequeños desafíos del día a día: tener la casa limpia y ordenada, alcanzar el
equilibrio entre la vida personal y laboral, disfrutar de una relación
fructífera y duradera con la pareja...y, por supuesto, también nos ayuda a
enfrentarnos a problemas no tan cotidianos, como la muerte o una catástrofe, a
ayudar a los demás y a ser lo bastante valientes como para guiarnos por
nuestras propias convicciones.
El
termino japonés chowa, aunque se
traduce muchas veces como "armonía", hace referencia a algo bastante
as practico. Es una forma de vida que se practica de forma activa. Seria más
correcto traducir chowa no como
"armonía", sino como "la
búsqueda de la armonía" o, una opción mas precisa, "la búsqueda del
equilibrio".
El país
del Wa
El
chowa nos enseña, ante todo, a buscar
soluciones prácticas; bien sea en nuestra vida personal, familiar o dentro de
una comunidad más amplia. El chowa
nos ayuda a buscar nuestro propio equilibrio de forma pacífica. Una de las
maneras de conseguirlo es evaluar nuestros deseos y necesidades desde un punto
de vista objetivo, colocándolos al mismo nivel que los deseos y las necesidades
de los demás para lograr una paz autentica. Este enfoque requiere, sobre todo,
humildad y respeto, tanto hacia los demás como hacia nosotros mismos.
El
cho de chowa: una forma de alcanzar
una "paz activa". Al principio de esta introducción, he hablado de la
armonía como sustantivo. Cuando pensamos en la armonía como en un estado
lejano, un concepto o una ideal, la convertimos en algo inalcanzable, incluso simbólico.
Pero si utilizamos la armonía como un verbo (vivir en armonía con nosotros
mismos o vivir en armonía con los demás), comprendemos que está en nuestras
manos alcanzar el equilibrio, ya sea en nuestro lugar de trabajo, en nuestras
relaciones personales o en la sociedad. El chowa
como verbo alude a buscar una solución práctica a nuestros problemas, sin
olvidar que debemos convivir con los demás en el mismo planeta. Creo que el chowa es una forma de pensar que nos
beneficiará a todos, ahora más que nunca.
Con
el chowa nos abrimos constantemente a
los demás para compartir con ellos tanto su alegría como su sufrimiento, y
también entendemos que todos nos hemos embarcado en el mismo viaje: la búsqueda
del equilibrio.
Abriendo las
puertas de nuestra casa
En que se diferencian el wabi-sabi y el chowa
El wabi-
sabi, es la comprensión de que nada dura para siempre, de que todo llega a
su fin.
El chowa,
es la búsqueda del equilibrio, la armonía.
Tenemos
que salir fuera y tomar medidas para traer el equilibrio a nuestras vidas. En
realidad, la mentalidad del cho nos
lleva a aceptar que nunca alcanzaremos ese estado casi divino de equilibrio o
armonía, pero cualquier equilibrio implica el acto de equilibrar, y eso es
suficiente.
Nuestra
casa... solo tenemos que prestar mucha atención a lo que nuestra casa necesita
para que, a cambio, nos devuelva lo que necesitamos de ella.
Este
es uno de los mensajes centrales del chowa,
y volveremos a él una y otra vez: lo que decimos tiene que estar en sintonía
con lo que hacemos. Es la manera de vivir en equilibrio cono nosotros mismos y
con los demás. Por eso, la búsqueda de la armonía en nuestra familia y en el
hogar empieza por dar voz a nuestras
esperanzas y miedos para que, si algo nos preocupa, lo haga de forma más
consciente.
La
familia
Piensa en tu papel dentro de la
familia como en un ejercicio de equilibrio. Insistiremos menos en lo que se
espera de nosotros y nos centraremos en lo que podemos aportar desde un punto
de vista realista.
Encuentra la armonía dentro de la
vida familiar. Honrar todo
lo que nos han inculcado. Para ello, remplazaremos palabras como
"compromiso" y "sacrificio" por otros términos, como
"complementar" y "cuidar" los unos de los otros.
Ten una imagen más clara tanto tuya
como de los demás. El chowa nos enseña a ser más conscientes
de lo que exigimos al resto de la familia, pero también es importante que
seamos más permisivos con nosotros mismos. Cuando la vida nos presenta un desafío,
debemos aprender a dar un paso atrás y a observar la situación con la mayor
objetividad posible. Solo entonces tendremos en cuenta nuestro equilibrio
personal, algo que olvidamos con frecuencia cuando nos vemos inmersos en la
vida familiar. No siempre es fácil vivir con los demás, da igual lo mucho que
los queramos; a veces necesitamos un poco de espacio para averiguar qué cambios
positivos podemos introducir en nuestra vida.
Somos
lo que hacemos. Llegar puntuales a una cita, volver a casa temprano para estar
con nuestros hijos, sacar tiempo para ponernos al día con nuestros amigos de
siempre...la suma de nuestros actos determina nuestro carácter más que lo que
decimos o lo que planeamos hacer.
No
te preocupes por demostrar a los demás la clase de persona que eres. Deshazte
de todo a lo que te aferras solo para mantener las apariencias. Olvídate de esa chaqueta tan hortera que no te vas a poner nunca o de
la novela de la que todo el mundo habla pero que a ti
te aburre. Así, te quitaras de encima el peso de competir con los demás y con
una versión de ti que o es real. Para encontrar nuestro propio equilibrio no
debemos aferrarnos a las posesiones materiales ni a la imagen que queremos
proyectar de nosotros, una imagen que no necesitamos y que no es más que un
lastre.
Con la
naturaleza
El
chowa nos enseña a apreciar la
naturaleza en todos sus aspectos, tanto por su belleza como por su poder, que
es a partes iguales salvación y destrucción. Todos participamos de ese ciclo de
creación y muerte, de esa armonía precaria que es la naturaleza.
En
las relaciones con los demás
Para
conseguir el equilibrio y tener buenas relaciones con los demás es
imprescindible aprender el arte de escuchar más y hablar menos, no dar
consejos demasiado rápido e intentar comprender un punto de vista diferente
antes de contestar o llevar la contraria.
Con
respecto a las emociones, el chōwa
nos enseña a analizar tu estado emocional y reflexionar sobre lo que rodea a
los demás. Para ello, a veces resulta útil comportarnos de manera opuesta o
escribirlas para no ocasionar problemas ni enfrentamientos de los que nos
podamos arrepentir después.
Reflexión
Aprendamos
a estar más cerca los unos de los otros.
El chowa nos enseña que llevar
el equilibrio a nuestras vidas, las de nuestra familia, a nuestras sociedades y
al mundo natural requiere una búsqueda de la paz activa y una determinación
consciente a la hora de prepararnos para descubrir como restaurar la armonía
perdida. No debemos pensar en la armonía como en algo pasivo, porque es justo
lo contrario. Para alcanzarla, tenemos que colaborar con los demás.
BIBLIOGRAFIA:
TANAKA, Akemi: CHOWA (2020) ED. Kitsune
Books.


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